En el mundo de la tecnología nada se da por sentado, por el contrario, todo tiene precisión quirúrgica y siempre se está buscando las mejores soluciones al momento de implementar un software, pero también pasa por ver la dimensión del proyecto para medir el grado de soporte o mantenimiento que implica.
Si bien algunos proyectos sencillos como una página web informativa (más allá de la actualización constante del contenido) cuenta con una fuente incansable de soporte automático por la misma herramienta de gestión de contenido que se ha utilizado, como WordPress, por ejemplo, existen proyectos más complejos que involucran a cierto número de perfiles que constantemente busca que todo sigue funcionando adecuadamente.
Actualmente existen 4 tipos de mantenimiento:
- Preventivo
- Correctivo
- Adaptativo
- Perfectivo
Se entiende que cada tipo habla por sí mismo; sin embargo, se puede señalar que el preventivo tiene como objetivo de mantener mapeado cualquier fallo en el sistema del software, sobre todo en materia de seguridad, es por ello que dependiendo del tamaño del software, la función que tenga y el sector para el que ha sido construido, como banca, para dar un caso, es de vital importancia contar con un equipo de soporte y mantenimiento sin alterar el funcionamiento del software.
La corrección de errores o defectos de los programas es fundamental, y que constantemente se esté evaluando cualquier fallo en el código, actualizando documentación, viendo el rendimiento, procesamiento y adaptando el software a los nuevos entornos simplifica problemas mayores.
Es por ello que uno de los pilares del mantenimiento de software también es la adaptabilidad, puesto que las tecnologías evolucionan constantemente, es imperativo realizar cambios en el entorno, como en el sistema operativo, en el desarrollo del software y hasta en la arquitectura misma. Parte de la adaptabilidad también conlleva ajustes o una reescritura del código de ser necesario, actualización de bases de datos, migraciones e integraciones.
El aspecto perfectivo es más puntual, ya que busca actualizar funcionalidades, agregando nuevas características y dotándola de mayor eficiencia en la ejecución.
Ahora bien, a nivel de tiempos varía mucho en función a la dimensión del proyecto, ya que como vemos por los tipos que existen, no es solo corregir fallos o actualizar el sistema, sino que engloba un número determinado de actividades que pueden durar toda la vida del proyecto, siendo 2, 5, 10 años o más, algo que difiere mucho del tiempo de desarrollo del software y también con el costo del mismo.
Hay otros aspecto a tomar en cuenta, como el equipo asignado para el mantenimiento que claramente son perfiles especializados en el lenguaje de programación y tecnologías utilizadas en el desarrollo del mismo proyecto. Este equipo debe mantener una organización pulcra en cuanto a las responsabilidades de cada uno, además debe llevar registro de documentación y elaboración de informes para que constate el trabajo realizado detalladamente que permitirá ubicar rápidamente cualquier percance desde la matriz.
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Last modified: marzo 21, 2022